Capítulo adicional 5
Hay una diferencia
Conferencia General de la Sociedad de Socorro
Tabernáculo, Manzana del Templo, Salt Lake City, Utah
3 de abril de 1937
Todas valoramos la vida y la oportunidad. Estamos agradecidas por haber nacido en esta maravillosa época. Pero grandes bendiciones y oportunidades significan gran responsabilidad. Nuestro Padre Celestial cuida de la tierra y tiene un plan glorioso para establecer el reino de Dios sobre ella. Él también tiene un plan general para cada uno de Sus hijos, y depende de cada una de nosotras para que ayudemos a impulsar el plan del Evangelio. Si valoramos esto, no podemos menos que poner nuestro mejor esfuerzo en esta obra. ¿Pueden nuestras normas ser demasiado elevadas? Jesús dijo: “El que no está conmigo, contra mí está”16. Creo que quería decir activamente con Él y que, en tanto en cuanto seamos pasivas y pensemos de manera superficial, en tanto en cuanto dejemos de poner nuestro mejor empeño y nuestro tiempo en nuestros pensamientos y hechos, de modo que pensemos y actuemos de manea recta y franca, en tanto en cuanto dejemos de poner el corazón y el alma en esta obra, hasta ese punto estamos contra Él.
Solo podemos estar seguras de que estamos solucionando nuestros problemas de la manera correcta si tenemos la ayuda de nuestro Padre en los cielos. Él ha dicho: “Mirad hacia mí en todo pensamiento; no dudéis; no temáis”17. Pero “[hay] una ley, irrevocablemente decretada en el cielo antes de la fundación de este mundo, sobre la cual todas las bendiciones se basan”18.
Se nos han dado leyes muy precisas que rigen la oración. Debemos preguntar con fe. La fe no llega sin esfuerzo, esperando el momento de necesidad para decir: “Tendré fe”. La fe viene por medio de la obediencia. Nuestras oraciones deben ser sinceras. Son sinceras cuando ponemos nuestros mejores esfuerzos y entonces pedimos con humildad guía o confirmación. Cuando Oliver Cowdery deseó traducir una parte del Libro de Mormón, no recibió la inspiración necesaria y el Señor le dijo: “He aquí, no has entendido; has supuesto que yo te lo concedería cuando no pensaste sino en pedirme”19. Hay una diferencia entre pedir a nuestro Padre Celestial que bendiga a los pobres y pedir que nosotras podamos ver las necesidades y ayudar a llevar la bendición.
Oremos por nuestros líderes de la Iglesia, pero ofrezcamos también a nuestro Padre Celestial la seguridad de que, si Él inspira a nuestros líderes, nosotras pondremos nuestro mejor esfuerzo para seguir su guía.
El Señor también ha dicho: “Orad… en vuestras familias”20. La oración familiar ayudará mucho a mantener a la familia unida. Orar juntos tiene un efecto en las personas. Pero hay una diferencia entre orar y hacer oraciones. Las oraciones familiares nunca se deben convertir en una rutina. Mostremos a nuestros hijos lo que la oración significa para nosotras. Cuando Jesús estaba con Sus discípulos, recibía tanta ayuda y tanto consuelo de la oración que ellos dijeron: “Señor, enséñanos a orar”21.
Que nuestras oraciones nos hagan tener una nueva perspectiva y una nueva empatía para que no decepcionemos a nuestro Padre Celestial en las tareas que Él nos ha pedido que llevemos a cabo.
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Notas al pie de página
Notas al pie de página
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[1]“Mrs. Kate Barker, 90, Dies”, Deseret News, 14 de febrero de 1972; Kate M. Barker, “Autobiography of Kate Olive Montgomery Barker”, documento mecanografiado, 1960, pág. 2, Biblioteca de Historia de la Iglesia (CHL, por sus siglas en inglés). Ella finalizó su servicio en la Mesa Directiva General en 1939. (Barker, “Autobiography”, pág. 2).
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[2]Belle S. Spafford, “Kate M. Barker”, Relief Society Magazine, tomo XXVII, nro. 2 (febrero de 1940), pág. 81. Louise Yates Robison sirvió como Presidenta General de la Sociedad de Socorro entre 1928 y 1939.
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[3]Handbook of the Relief Society of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints (Salt Lake City: General Board of Relief Society, 1931), págs. 169–170.
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[4]Mary C. Kimball, “Kate Montgomery Barker”, Relief Society Magazine, tomo XXII, nro. 5 (mayo de 1935), pág. 267; Alice Louise Reynolds, “Mrs. Kate Montgomery Barker”, Relief Society Magazine, tomo XVI, nro. 5 (mayo de 1929), págs. 240–241. Puede que la hermana Barker fuera la graduada con las mejores calificaciones; algunos artículos de la Relief Society Magazine (véase más arriba) se refieren a ella como una de las alumnas destacadas de su escuela, y su autobiografía afirma que habló en su graduación. (Barker, “Autobiography”, pág. 1).
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[5]Barker, “Autobiography”, pág. 1; Kimball, “Kate Montgomery Barker”, pág. 267.
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[6]Barker, “Autobiography”, pág. 1.
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[7]Kimball, “Kate Montgomery Barker”, pág. 7; Barker, “Autobiography”, pág. 2; Reynolds, “Mrs. Kate Montgomery Barker”, pág. 240. James Barker estudió en Suiza en 1906–1907, y en París de 1910 a 1913.
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[8]Reynolds, “Mrs. Kate Montgomery Barker”, pág. 240; Spafford, “Kate M. Barker”, pág. 83. Los miembros de la comunidad de la Universidad de Utah hablaban de literatura durante las reuniones de la Sociedad de Autores. Para ver un ejemplo de reunión, véase “Professor Butler Talks on Browning”, Salt Lake City Utah Chronicle, 11 de enero de 1915. La Asociación Literaria de Damas “reunía a mujeres de todos los credos y sin credo, en el ámbito común del deseo de progresar intelectualmente y de ser útiles”. Katherine Barrette Parsons, History of Fifty Years: Ladies’ Literary Club, Salt Lake City, Utah, 1877–1927 (n.p.: Arrow Press, 1927), pág. 153.
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[9]Spafford, “Kate M. Barker”, págs. 81–83.
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[10]A Centenary of Relief Society 1842–1942 (Salt Lake City: General Board of Relief Society, 1942), pág. 84; Spafford, “Kate M. Barker”, pág. 83; Relief Society General Board Minutes, tomo XXI, 1936–1937, 17 de marzo de 1937, pág. 105. Estas iniciativas recuerdan a las tiendas de la Sociedad de Socorro del siglo diecinueve. (Centenary of Relief Society, págs. 83–84).
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[11]Centenary of Relief Society, pág. 84; Ethel C. Smith, “The Mormon Handicraft Shop”, Relief Society Magazine, tomo XXXVI, nro. 9 (septiembre de 1949), pág. 582.
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[12]Carl E. Van Horn y Herbert A. Schaffner, eds., Work in America: An Encyclopedia of History, Policy, and Society (Santa Barbara, CA: ABC-CLIO, 2003), pág. 660.
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[13]El Works Progress Administration proporcionó empleos subvencionados por el Gobierno tanto a hombres como a mujeres entre 1935 y 1943. (T. H. Watkins, The Hungry Years: A Narrative History of the Great Depression in America [New York: Henry Holt, 1999], pág. 265. Véase también Martha H. Swain, “‘The Forgotten Woman’: Ellen S. Woodward and Women’s Relief in the New Deal”, Prologue, tomo XV, nro. 4 [invierno de 1983], págs. 201–213).
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[14]Spafford, “Kate M. Barker”, pág. 83; National Woman’s Relief Society General Board, Bulletin, septiembre de 1935, julio de 1936, CHL.
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[15]Spafford, “Kate M. Barker”, pág. 83.
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[16]Véanse Mateo 12:30; Lucas 11:23.
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[19]Doctrina y Convenios 9:7. Oliver Cowdery servía como escriba de José Smith cuando este traducía el Libro de Mormón. Esta revelación, dictada por José Smith en abril de 1829, fue en respuesta al intento frustrado de Cowdery de traducir el libro él mismo, un don que se le había prometido en una revelación anterior. (Véanse Doctrina y Convenios 8; Revelation, April 1829–D [D. y C. 9], en Michael Hubbard MacKay, Gerrit J. Dirkmaat, Grant Underwood, Robert J. Woodford y William G. Hartley, eds., Documents, Volume 1: July 1828–June 1831, tomo I de la serie Documents de The Joseph Smith Papers, ed. Dean C. Jessee, Ronald K. Esplin, Richard Lyman Bushman y Matthew J. Grow [Salt Lake City: Church Historian’s Press, 2013], págs. 48–50).