La Iglesia de Cristo (llamada posteriormente La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) se organizó en Fayette, Nueva York.

José Smith recibió una revelación (que ahora se encuentra en la sección 25 de Doctrina y Convenios) tocante a su esposa, Emma Hale Smith, en la que se le llamó “dama elegida” y se le mandó “explicar las Escrituras y… exhortar a la iglesia”.

Lucy Mack Smith habló a un grupo de emigrantes Santos de los Últimos Días junto al lago Erie en Nueva York. Véase el capítulo 1: “¿Dónde está su confianza en Dios?”

Tras recibir su bendición patriarcal en el Templo de Kirtland, el cual estaba parcialmente terminado, Elizabeth Ann Whitney se puso de pie y cantó en lenguas. Véase el capítulo 2: “Adán-Ondi-Ahmán”.

Esa publicación quincenal de la Iglesia ayudó a compartir el Evangelio y mantuvo comunicados a los santos en toda la Misión Británica.

La Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo fue organizada en Nauvoo, Illinois. Emma Smith fue elegida como presidenta. Otras oficiales que se nombraron ese día fueron Sarah Marietta Kingsley Howe Cleveland y Elizabeth Ann Smith Whitney, como consejeras; Eliza Roxcy Snow, secretaria; Phebe M. Bartholomew Wheeler, ayudante de la secretaria y Elvira A. Cowles, tesorera.

Como presidenta de la Sociedad de Socorro de Nauvoo, Emma Smith fue determinante para darle forma a la organización. Sus palabras dejan ver sus prioridades así como su liderazgo. Véase el capítulo 3: “Vamos a hacer algo extraordinario”.

Las palabras de Elizabeth Ann Whitney, como segunda consejera de la Sociedad de Socorro de Nauvoo, muestran la manera en que ella ayudó a aligerar las cargas de sus compañeras y hermanas. Véase el capítulo extra: “El privilegio de las hermanas”.

El acta de la quinta reunión de la Sociedad de Socorro muestra el formato de esas reuniones y evidencia que se trataba de reuniones participativas. Esta reunión contiene discursos de Sarah Cleveland, Elizabeth Ann Whitney, Presendia Buell, Lucy Mack Smith, Elizabeth Durfee, Eliza R. Snow y Patty Sessions Véase el capítulo 4: “Conforme al orden de los cielos”.

Se celebra la última reunión de la Sociedad de Socorro de Nauvoo.

José y Hyrum Smith fueron asesinados en Carthage, Illinois.

Lucy Mack Smith compartió su testimonio y relató acontecimientos de los primeros días de la Iglesia, en lo que constituye el primer registro de una mujer discursando en la conferencia general. Véase el capítulo 5: “Este Evangelio de alegres nuevas para todos”.

Los Santos de los Últimos Días inician su viaje al Oeste, desde Illinois hasta el Valle de Lago Salado.

El primer grupo de Santos de los Últimos Días llegan al Valle de Lago Salado.

Por esta fecha, se organizó el Consejo Femenino de Salud en Salt Lake City.

Phoebe M. Angell, presidenta del Consejo Femenino de Salud, discursó en la reunión de agosto de 1852 sobre la importancia de combinar la fe con el conocimiento práctico y la experiencia para tratar a los enfermos. Véase el capítulo 6: “Buscar al Señor para obtener sabiduría”.

Se formaron alrededor de dos docenas de Sociedades de Socorro en Salt Lake City y otras partes del Territorio de Utah.

Las mujeres Santos de los Últimos Días en Salt Lake City organizaron de manera independiente una sociedad para confeccionar ropa para las mujeres y los niños de los indios de Utah. Matilda Dudley Busby fue elegida como presidenta.

Brigham Young, Presidente de la Iglesia, aconsejó a las mujeres Santos de los Últimos Días que se organizaran en sociedades dentro de sus barrios locales para ayudar a los indios y a otras personas necesitadas.

Matilda Dudley Busby, presidenta de la Sociedad de Socorro del Barrio 13 de Salt Lake City presentó un “convenio” para las miembros de la Sociedad de Socorro tanto en 1854 como en 1857. Véase el capítulo 7. “El convenio de la Sociedad de Socorro del Barrio Trece”.

La “Guerra de Utah” —la amenaza de conflicto armado entre los Santos de los Últimos Días y el gobierno de Estados Unidos— significó una interrupción en el funcionamiento de la Iglesia. Esto hizo que se disolvieran las organizaciones de Sociedad de Socorro.

La “Sociedad Benevolente” de Cedar City funcionaba en forma similar a las Sociedades de Socorro de la década de 1850. Las actas de esta reunión muestran la manera en que la organización brindaba liderazgo a las mujeres y la oportunidad de compartir testimonios; y se centraba en los pobres y necesitados de la localidad. Véase el capítulo extra: “Doble diligencia”.

En el artículo publicado, Elicia A. Grist habló acerca de las diversas responsabilidades de las mujeres. Véase el capítulo 8: “Todas tenemos una misión que cumplir”.

Brigham Young hizo un llamado a restablecer la Sociedad de Socorro en los barrios locales. Una docena de barrios respondió a este llamado en los siguientes cuatro meses.

Brigham Young pidió que se estableciera nuevamente la organización de la Sociedad de Socorro. Por estas fechas, Young comisionó a Eliza R. Snow, una de sus esposas plurales, para ayudar a restablecer las sociedades locales. Por medios escritos, discursando en los barrios locales y de varios otros modos, ella recalcó la importancia de la Sociedad de Socorro y brindó orientación sobre la manera en que se debían organizar las sociedades.

Mary Isabella Horne, quien prestó servicio en diversas esferas de la Sociedad de Socorro, discursó sobre la fe en tiempos de pruebas ante un grupo de mujeres en Salt Lake City. Véase el capítulo 9: “Dios nos habilitará para vencer”.

Eliza R. Snow visitó al Barrio 17 en su labor de explicar los propósitos de la Sociedad de Socorro. Véase el capítulo 10: “Dediquémonos a cultivarnos”.

El primer salón independiente de la Sociedad de Socorro, que sería usado para asuntos administrativos y de adoración, fue dedicado en el Barrio 15 de Salt Lake City.

Zina D. H. Young, quien ayudaba a Eliza R. Snow a organizar las Sociedades de Socorro y a capacitar a las nuevas presidencias, habló a las mujeres en Lehi, Utah, de cómo Dios estaba al tanto de ellas. Véase el capítulo 11: “Servimos a un Dios justo”.

Brigham Young pidió a Mary Isabella Horne, presidenta de la Sociedad de Socorro del barrio 14 de Salt Lake City, que dirigiera a las mujeres mormonas en la tarea de simplificar la elaboración de alimentos y la vestimenta.

Jane H. Neyman discursó ante la Sociedad de Socorro de Beaver, Utah, sobre la caridad y la unidad, y su importancia en la Sociedad de Socorro. Véase el capítulo 12: “Sean pacientes y dispuestas a perdonar”.

Las mujeres del barrio 15 de Salt Lake City se reunieron para protestar contra el proyecto de ley Cullom; una propuesta legislativa federal creada para castigar a los polígamos y limitar el poder de la Iglesia. En los tres meses subsiguientes, otros miles de mujeres mormonas se reunieron para realizar protestas similares, o reuniones de “indignación”.

Mary Isabella Horne convocó la primera reunión de la Asociación de Moderación Cooperativa de Mujeres y fue nombrada presidenta de la reunión.

Stephen A. Mann, secretario territorial y gobernador en funciones del Territorio de Utah, otorgó carácter de ley al decreto que confiere a las mujeres el derecho al sufragio en Utah. Utah fue el segundo estado o territorio (después del Territorio de Wyoming) en conceder el sufragio a las mujeres.

Con ayuda de Eliza R. Snow, las hijas de Brigham Young se organizaron como el primer Departamento de Mujeres Jóvenes de la Asociación de Moderación Cooperativa de Mujeres. Este y otros departamentos de mujeres jóvenes pronto pasaron a llamarse la Asociación de Moderación para Mujeres Jóvenes.

Mary Isabella Horne fue “aceptada unánimemente” como Presidenta de la Asociación de Moderación Cooperativa de Mujeres. Por un tiempo, esta sociedad y su departamento para mujeres jóvenes fueron llamados en forma colectiva la Asociación de Moderación Cooperativa Mayor y Menor y, posteriormente, la Reunión General de Moderación o la Reunión Quincenal de Mujeres.

Drusilla D. Hendricks relató experiencias de su vida y alentó a las miembros de la Sociedad de Socorro de Smithfield, Utah, a confiar en el Señor cuando enfrenten desafíos de importancia. Véase el capítulo 13: “La oración de fe”.

Rebecca E. Standring habló acerca de la unidad y expandió la definición de familia en su discurso a las mujeres de Lehi, Utah. Véase el capítulo extra: “Hermanas de hecho”.

Se publicó el primer número de Woman’s Exponent.

Snow habló acerca de la edificación espiritual e intelectual, así como del adecuado desarrollo de las habilidades domésticas como parte del movimiento cooperativo. Véase el capítulo 14: “Una elevación muy por encima de lo común”.

Oficialmente, la Asociación recibe el nuevo nombre de Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes, o AMMMJ.

Se organizó la primera Asociación Primaria en Farmington, Territorio de Utah, bajo el liderazgo de Aurelia Spencer Rogers.

Mary Ann Freeze habló a las mujeres jóvenes y a los hombres jóvenes acerca del valor y propósito que tienen todas las personas. Véase el capítulo 15: “Nuestra misión”.

Mary B. Ferguson enseñó a las mujeres jóvenes de Spanish Fork, Utah, en cuanto a la fe y las obras. Véase el capítulo 16: “Ensayo sobre la fe”.

En una conferencia trimestral de la Sociedad de Socorro de Salt Lake, fueron sostenidas las Presidencias Generales de la Sociedad de Socorro, la Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes y la Asociación Primaria. Eliza R. Snow fue sostenida como Presidenta General de la Sociedad de Socorro, Elmina S. Taylor como Presidenta General de la AMMMJ y Louie B. Felt como Presidenta General de la Primaria.

Lillie T. Freeze analizó la transición de la juventud a la adultez. Véase el capítulo 17: “Los frutos de nuestra labor”.

Eliza R. Snow habló a las mujeres de Kanab, Utah, acerca de la búsqueda individual de la salvación. Véase el capítulo 18: “Cada hermana debe dar un paso al frente”.

Ellenor G. Jones enseñó a las mujeres jóvenes acerca del poder de la oración. Véase el capítulo 19: “El poder de la oración”.

Dos mil mujeres se reunieron en Salt Lake City para protestar la ley Edmund, recientemente aprobada; una ley federal instituida para poner fin a la práctica de la poligamia entre los mormones.

Se llevó a cabo la primera Conferencia General Anual de la Sociedad de Socorro en Salt Lake City. La organización continuó efectuando conferencias semestrales hasta 1945.

Se publicó el primer número de Young Woman’s Journal.

La oración de Elvira S. Barney en esta reunión de sufragio evidencia la forma en que las mujeres participaban públicamente en el discurso teológico. Véase el capítulo 20: “Oración”.

Se leyó el Manifiesto —una declaración en la que se anuncia la intención de la Iglesia de dar fin a la práctica de la poligamia— y se aceptó en la conferencia general de la Iglesia.

La Sociedad de Socorro y la Asociación de Mejoramiento Mutuo de Mujeres Jóvenes fueron dos de las diez organizaciones originales que conformaron el Consejo Nacional de Mujeres.

En una sesión del Congreso Mundial, Mattie Horne Tingey habló sobre la función de las mujeres, y de cómo tenían la responsabilidad de desarrollar sus intelectos y talentos. Véase el capítulo 21: “La escuela de la experiencia”.

En esta reunión de moderación, Julia Cruse Howe habló acerca del servicio y la disposición a ayudar en la Iglesia. Véase el capítulo extra: “Un zángano en la colmena de Deseret”.

El discurso de Sarah M. Kimball, leído por Marilla Daniels, exploró las ideas filosóficas de la iluminación espiritual y el progreso eterno. Véase el capítulo 22: “Nuestro sexto sentido, o sentido del entendimiento espiritual”.

Esas reuniones anuales, llamadas frecuentemente conferencias conjuntas o conferencias de junio, se celebraban a principios de junio en homenaje al cumpleaños de Brigham Young, y continuaron hasta 1975.

Las primeras dos misioneras solteras, Amanda Inez Knight y Lucy Jane Brimhall, sirvieron en Inglaterra. Las mujeres Santos de los Últimos Días comenzaron a participar en la obra misional poco después de la organización de la Iglesia, usualmente de modo informal. Antes de 1898, algunas mujeres casadas sirvieron misiones junto a sus maridos.

Bathsheba W. Smith, Presidenta General de la Sociedad de Socorro, alentó a las miembros a afrontar el futuro con responsabilidad y acción. Véase el capítulo 24: “Todavía tenemos una misión mayor”.

Rachel H. Leatham, poco después de volver de una misión de proselitismo, discursó en una reunión adyacente al aire libre por exceso de aforo durante la conferencia general. Véase el capítulo 25: “Dios me lo ha revelado”.

La Primera Guerra Mundial, conocida también como la Gran Guerra, se libró desde 1914 hasta 1918.

Se publicó el último número de Woman’s Exponent.

Como resultado de este cambio en el modo de llevar los registros, los anales históricos perdieron muchas expresiones espontáneas de los miembros comunes en sus reuniones regulares.

La revista Relief Society Magazine (que comenzó como el Relief Society Bulletin en 1914) fue la publicación oficial de la Sociedad de Socorro hasta 1970.

Amelia Flygare habló a los oficiales de la Asociación de Mejoramiento Mutuo sobre las valiosas contribuciones que puede realizar cada persona a la obra de Dios. Véase el capítulo 26: “Una gran locomotora”.

Annie D. Noble describió cómo obtuvo un testimonio personal del evangelio de Jesucristo en una reunión de testimonios en una conferencia de junio. Véase el capítulo 27: “Ahora mi conocimiento es preciso”.

Emma N. Goddard enseñó a los líderes de la Asociación de Mejoramiento Mutuo sobre cómo levantar una generación justa en tiempos de guerra al centrarse en amar a nuestro prójimo. Véase el capítulo 28: “Amarás a tu prójimo”.

Jennie Brimhall Knight enseñó a las hermanas de la Sociedad de Socorro acerca del perdón. Véase el capítulo 29: “El perdón es como la misericordia”.

Amy Brown Lyman discursó acerca del valor de la fe a las miembros de la Sociedad de Socorro. Véase el capítulo 30: “El Valor de la fe”.

La publicación de la Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes, Young Woman’s Journal, y la publicación de la Asociación de Mejoramiento Mutuo de los Hombres Jóvenes, Improvement Era, fueron unificadas bajo el título de Improvement Era.

Lalene H. Hart, quien presidía el comité de servicio social a principios de la década de 1930, habló sobre lo que significa ser una líder en la Sociedad de Socorro. Véase el capítulo 31: “Sentir la responsabilidad del cargo”.

La Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes cambió ligeramente su nombre en inglés (Señoritas Jóvenes pasó a ser Mujeres Jóvenes), porque se consideró que el término mujeres era una descripción más digna que señoritas.

En su discurso, Elsie Talmage Brandley abordó temas y desafíos que los jóvenes Santos de los Últimos Días señalaron en una encuesta. Véase el capítulo 32: “La crisis religiosa de hoy en día”.

Kate M. Barker discursó acerca de la oración, la fe y la obediencia a las miembros de la Sociedad de Socorro. Véase el capítulo extra: “Existe una diferencia”.

La Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939 y finalizó en 1945.

La Sociedad de Socorro comenzó a efectuar solo una conferencia al año, en septiembre u octubre.

Leone O. Jacobs habló acerca de continuar creciendo en rectitud. Véase el capítulo 33: “Preparen su corazón”.

Mary J. Wilson alentó a su audiencia a dar mayor prioridad a la salvación eterna por sobre las riquezas. Véase el capítulo 34: “El cultivar los valores eternos de la vida”.

La guerra de Corea se libró desde 1950 hasta 1953.

Marianne C. Sharp habló acerca de la relación entre la inteligencia y la obediencia. Véase el capítulo 35: “Cómo obtener conocimiento e inteligencia”.

Margaret C. Pickering habló acerca del servicio caritativo. Véase el capítulo 36: “Al más pequeño de estos”.

El Edificio de la Sociedad de Socorro, para cuya construcción los miembros donaron dinero, fue dedicado en el marco de la conferencia general de la Sociedad de Socorro. Esta edificación en las Oficinas Generales de la Iglesia alberga las oficinas de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro. A partir de 1984, también es sede de las oficinas de las Presidencias Generales de las Mujeres Jóvenes y la Primaria.

Louise W. Madsen habló de cómo Dios recompensa la unidad con poder. Véase el capítulo 37: “La unidad de sentimientos”.

Alice C. Smith dio un discurso acerca de las maestras visitantes. Véase el capítulo 38: “Mi yugo es fácil y ligera mi carga”.

Las revistas Ensign, New Era y Friend inician su publicación, reemplazando a las revistas Relief Society Magazine, Improvement Era, Millennial Star y otras publicaciones de la Iglesia.

La Iglesia comenzó a realizar Conferencias de Área para dar a los miembros que vivían fuera de los Estados Unidos la ocasión de reunirse con las Autoridades Generales de la Iglesia y poder aprender de ellos.

Por un breve tiempo, las organizaciones de la Iglesia para las mujeres jóvenes y los hombres jóvenes fueron combinadas en una única organización llamada AMM del Sacerdocio Aarónico y las Mujeres Jóvenes. Al mismo tiempo, cambios en la estructura del programa de la AMM colocaron a todas las mujeres adultas de 18 años en adelante bajo la mayordomía de la Sociedad de Socorro.

Lucrecia Suárez de Juárez habló acerca de la felicidad, la maternidad y el poder de la Sociedad de Socorro en esta primera Conferencia de Área en México. Véase el capítulo 39: “La Sociedad de Socorro produce felicidad”.

Luego de dos años de conformar una sola organización, llamada la AMM del Sacerdocio Aarónico y las Mujeres Jóvenes, las organizaciones de las mujeres jóvenes y de los hombres jóvenes fueron separadas nuevamente. La organización para las mujeres jóvenes en edades de 12 a 18 años fue llamada Mujeres Jóvenes, nombre que aún conserva esta organización auxiliar.

Las conferencias de las Organizaciones Auxiliares: Sociedad de Socorro, Mujeres Jóvenes, Hombres Jóvenes, Primaria y Escuela Dominical quedaron discontinuadas. En los años siguientes, las charlas fogoneras y otras transmisiones se convirtieron en los medios populares por los que las mujeres líderes se dirigían a todos los miembros de la Iglesia.

Poco después de haber sido relevada como Presidenta General de la Sociedad de Socorro, Belle S. Spafford habló acerca de las mujeres y la sociedad a los alumnos de BYU. Véase el capítulo 40: “Las mujeres Santos de los Últimos Días en el mundo cambiante de hoy”.

La Conferencia de la Mujer de la Universidad Brigham Young comenzó bajo el patrocinio de la Oficina de la Mujer, de la Asociación de estudiantes de BYU. En 1984, la supervisión de la conferencia se trasladó a la Oficina del Presidente de la Universidad; y la Sociedad de Socorro participa en su patrocinio desde 1990.

Este devocional especial para mujeres contó con mensajes de las líderes de la Sociedad de Socorro y las Mujeres Jóvenes, así como del Presidente de la Iglesia.

El horario consolidado de reuniones, llamado a menudo el “horario en bloque”, trasladó las reuniones de las Auxiliares a los domingos e hizo que los miembros asistieran a todas sus reuniones en un bloque de tres horas los domingos. Los hombres jóvenes y las mujeres jóvenes continuaron teniendo una actividad en una noche entre semana.

Ardeth G. Kapp habló acerca de cómo edificar el testimonio y la actividad sobre un fundamento sólido del Evangelio y cómo recibir la guía de Dios. Véase el capítulo 41: “A la deriva, soñando, dirigiendo”.

Se transmitió el primer devocional mundial para mujeres jóvenes desde Salt Lake City. Hecho para conmemorar el 150 aniversario de la fundación de la Iglesia, el evento incluyó discursos de la Presidencia General de Mujeres Jóvenes y del Presidente de la Iglesia.

La reunión anual de la Sociedad de Socorro fue designada Reunión General de la Sociedad de Socorro. Se cambió este nombre dos años más tarde.

Elaine A. Cannon aconsejó a las mujeres jóvenes para que desarrollen una relación con Dios. Véase el capítulo 42: “La estación del despertar”.

La reunión anual de mujeres fue designada como la Reunión General de Mujeres. Esta reunión era para mujeres a partir de los doce años de edad, y se celebró por algunos años. En 1984, se redujo la edad para que pudieran asistir las mujeres a partir de los diez años.

Las líderes de las mujeres comenzaron a discursar en forma regular en las conferencias generales semestrales de la Iglesia. Véase “Mujeres Santos de los Últimos Días discursan en la Conferencia General”.

Francine R. Bennion centró su discurso en el tema del sufrimiento, atendiendo a la solicitud del Comité de la Conferencia de la Mujer de BYU. Véase el capítulo 43: “Una teología Santo de los Últimos Días del sufrimiento”.

Jutta B. Busche dio el discurso de cierre en esta conferencia, y habló del amor de Dios y cómo aprender a tener el Espíritu en nuestras vidas. Véase el capítulo 44: “El tesoro desconocido”.

En este discurso, Elaine L. Jack alentó a los jóvenes adultos a tomar la iniciativa y actuar. Véase el capítulo 45: “Tengan una vida”.

La Reunión General de Mujeres fue reemplazada por una reunión general de la Sociedad de Socorro en el otoño y una general de Mujeres Jóvenes en primavera.

La organización de las Mujeres Jóvenes comenzó a celebrar una reunión general anual.

Chieko N. Okazaki habló acerca de la unidad y la diversidad en su mensaje. Véase el capítulo 46: “Canastos y frascos”.

Irina Kratzer habló de cómo se unió a la Iglesia y de los milagros en su vida. Véase el capítulo 47: “Las decisiones y los milagros: Y ahora veo”.

Sheri L. Dew alentó a su audiencia a aprender a confiar en el Santo Espíritu, a comprender su valor y a participar plenamente en la Iglesia. Véase el capítulo 48: “Saber quiénes son, y quiénes han sido siempre”.

Bonnie D. Parkins habló acerca de la importancia de los convenios para las miembros de la Sociedad de Socorro. Véase el capítulo 49: “Con santidad de corazón”.

Maurine Jensen Proctor compartió sus reflexiones en cuanto a la contemplación y la revelación. Véase el capítulo extra: “La reflexión seria precede a la revelación”.

Virginia H. Pearce habló sobre el poder de la oración en su discurso inaugural. Véase el capítulo 50: “La oración: Una cosa pequeña y sencilla”.

Julie B. Beck enseñó a los jóvenes adultos de la Universidad Brigham Young acerca del propósito de los cuórums y las Sociedad de Socorro. Véase el capítulo 51: “Por qué estamos organizados en cuórums y en Sociedades de Socorro”.

Judy Brummer dio un discurso en un devocional, usando su vida en Sudáfrica como un ejemplo de cómo el Padre Celestial tiene una misión para cada uno de Sus hijos. Véase el capítulo 52: “Nuestro Padre Celestial tiene una misión para nosotros”.

Esta reunión, para mujeres de ocho años en adelante, reemplazó a las reuniones generales de la Sociedad de Socorro y las Mujeres Jóvenes.

Julie Willis habló acerca de la importancia de hacer preguntas, y cómo pueden aportarnos luz y entendimiento. Véase el capítulo extra: “Adquirir luz mediante preguntas”.

Fue cambiado el nombre de Reunión General de Mujeres a Sesión General de Mujeres, y se consideró esa reunión como la sesión de apertura de la conferencia general semestral de la Iglesia.

Linda K. Burton habló acerca de la importancia del día de reposo. Véase el capítulo 53: “Los dones de nuestro día de reposo”.

Gladys N. Sitati habló acerca de la contención y cómo cultivar la paz. Véase el capítulo 54: “Cómo resolver conflictos valiéndose de los principios del Evangelio”.